Los animales de compañía necesitan que nos preocupemos por ellos. No entienden de salud o de prevención de enfermedades; no deciden ir al doctor cuando no se sienten bien; comerían cualquier cosa como alimento sin parar a pensar si les conviene. Viven al día, según sus instintos, y tan solo piensan en cuándo será el próximo paseo o si la hora de la cena está al caer. Y los queremos tal y cómo son, felices y despreocupados. Pero como animal tiene unas necesidades y si queremos disfrutar de su compañía durante muchos años, tenemos que prestarle atención.
Una vez al año es recomendable acudir a nuestro centro veterinario para que examinen a nuestra mascota. De esta manera sabremos si goza de buena salud y si lo estamos haciendo bien como propietarios. Tenemos la posibilidad de hablar con el veterinario y resolver nuestras dudas, a la vez que le informamos sobre la alimentación que le damos o de su comportamiento. Así, el facultativo se hace una idea del estilo de vida que lleva la mascota, y si hace falta corregir algún aspecto.La medicina preventiva tiene un papel muy importante en esta revisión. Para mantener a nuestra mascota sana, hay que protegerla de enfermedades y para ello disponemos de diferentes métodos:
- vacunas: contra enfermedades infecciosas que suponen un riesgo para su salud. (cada año)
- desparasitación externa: contra pulgas, garrapatas y otros parásitos. (cada mes)
- desparasitación interna: contra los gusanos intestinales. (cada 3 meses)
No debemos bajar la guardia, porque las enfermedades no lo hacen. Hay que ser constantes y recordar cuando toca, porque sino nuestra mascota estará en peligro.
Una revisión mejora la comunicación entre propietario y veterinario. Éste se hace una buena idea de los cuidados y atenciones que recibe la mascota, controla temas tan importantes como la alimentación y el peso, y le puede aconsejar sobre las preguntas que le surjan. No lo olvide: una vez al año, visita a tu veterinario.
